La teoría del empate contempla su escaso atractivo, que aboca a una ambivalencia de sentimientos. Hoy el Villarreal, con once jugadores y setenta y cinco minutos por delante para ganar en su casa, se irá con sabor a derrota; el Español, que se enfrentaba a un equipo lleno de ecos de selección nacional, con diez desde el minuto 15, ensalza el punto como una victoria sobre las circunstancias.
Tal vez el empate con el Xerez el domingo pasado haya dado hoy su fruto: el Español ha seguido ese ejemplo de cómo se puede aguantar al otro lado de las cuerdas un equipo que ataca y un campo que grita.
El partido ha servido para asistir a una nueva lección de Pochettino, clara y hermética al mismo tiempo. La clara: la sustitución en el minuto 20 de Nakamura significa una apuesta total por el equipo de los obreros frente al equipo de los ingenieros del balón. Y la hermética: el debut de dos jugadores jovencísimos, Baena y Javi López, en mitad de un partido tan difícil, en circunstancias tan adversas y con tanta responsabilidad en cada jugada del desesperado ataque del Villarreal. Y el punto está ahí para rubricar sus decisiones visionarias.
Tal vez el empate con el Xerez el domingo pasado haya dado hoy su fruto: el Español ha seguido ese ejemplo de cómo se puede aguantar al otro lado de las cuerdas un equipo que ataca y un campo que grita.
El partido ha servido para asistir a una nueva lección de Pochettino, clara y hermética al mismo tiempo. La clara: la sustitución en el minuto 20 de Nakamura significa una apuesta total por el equipo de los obreros frente al equipo de los ingenieros del balón. Y la hermética: el debut de dos jugadores jovencísimos, Baena y Javi López, en mitad de un partido tan difícil, en circunstancias tan adversas y con tanta responsabilidad en cada jugada del desesperado ataque del Villarreal. Y el punto está ahí para rubricar sus decisiones visionarias.
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