
La radio va dando cuenta de los altibajos del partido. Deprime ver llegar el gol del Getafe: como siempre, pienso. Luego alegra imaginarse el gol de Osvaldo: menos mal, me digo. Después el oyente sueña que el dominio del Español se convierte en otro gol, pero al final teme que la reacción última del Getafe sea la que se lleve el gato al agua, como ha ocurrido tantas veces, sin ir más lejos, en el partido de liga en Cornellà. Montaña rusa. Un punto parece reconfortar al equipo. Cuesta más, no obstante, contentarse al comprobar cómo en cuatro partidos este curso futbolístico contra el Getafe el resultado ha sido dos derrotas y dos empates. No haber podido superar al Getafe, pese a dar en muchos momentos de los cuatro partidos imagen de un equipo muy superior, exige al menos una reflexión.
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